En mi experiencia como psicóloga, he tenido la oportunidad de trabajar estrechamente con niños y adolescentes, enfrentándome continuamente a la pregunta crucial de cuál es el enfoque más adecuado para abordar sus necesidades. Esta reflexión me ha llevado a la conclusión de que es fundamental utilizar métodos basados en evidencia científica y validados en su aplicación, que consideren la intervención con sus padres y familias, en este contexto, la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) emerge como una herramienta prometedora.
La ACT es una forma de terapia conductual que se basa en realizar acciones alineadas con tus valores fundamentales. Se trata de comportarte como la persona que deseas ser y de enfocarte en lo que realmente te importa en la vida. Te ayuda a conectarte con tus deseos más profundos sobre cómo quieres comportarte y qué quieres hacer durante tu tiempo en este mundo. Utilizas estos valores para guiar, motivar e inspirar tus acciones. (Harris, 2021)
Desde la perspectiva de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), el sufrimiento humano surge principalmente de procesos psicológicos normales, especialmente aquellos en los que el lenguaje está involucrado (Hayes, 2015).
Por esa razón, el enfoque de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) emerge como una herramienta esencial en la comprensión y abordaje de las dificultades emocionales y conductuales en niños. La ACT nos ofrece una perspectiva única al considerar que el sufrimiento humano, incluso en una etapa temprana de la vida, puede ser resultado de procesos psicológicos comunes, particularmente aquellos influenciados por el lenguaje y la comprensión emocional.
Además, el enfoque de la ACT en niños se destaca por su capacidad para promover la flexibilidad psicológica desde una edad temprana. Al centrarse en la aceptación de pensamientos y emociones sin juzgarlos, se les enseña a los niños a relacionarse de manera más saludable con sus experiencias internas.
Si bien el Modelo de Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) ha sido desarrollado principalmente para adultos, se han realizado adaptaciones para su aplicación en niños. Una de estas adaptaciones es el modelo Kidflex, que ofrece una vía única para que los niños exploren y fortalezcan su flexibilidad psicológica. El Kidflex adapta los 6 procesos centrales de la ACT para que sean más comprensibles y accesibles para los niños, permitiéndoles desarrollar habilidades de afrontamiento y regulación emocional de manera efectiva.
Por otro lado, en el entendimiento de este enfoque es importante conocer la diferenciación entre la conducta gobernada por reglas y la conducta moldeada por contingencias la cual radica en cómo se controla la conducta. En la conducta moldeada por contingencias, las personas aprenden a responder o no en ciertas circunstancias según las consecuencias que experimentan directamente. Por ejemplo, si hacen algo y obtienen una recompensa, es más probable que repitan esa conducta en el futuro. En cambio, la conducta gobernada por reglas está influenciada por las especificaciones verbales que describen las contingencias. Las personas pueden seguir o no esas reglas sin tener un contacto directo con las consecuencias enunciadas.
Para fomentar un comportamiento más gobernado por contingencias en los niños, es importante crear un contexto que facilite este proceso. Se ha observado que la conducta gobernada por reglas en los niños puede ser menos eficaz en comparación con la conducta moldeada por contingencias. Sin embargo, a medida que los niños crecen, la conducta gobernada por reglas puede volverse más efectiva. Por lo tanto, es crucial trabajar en la modificación de conducta con los niños, brindándoles oportunidades para aprender a discriminar eventos y a responder en función de las consecuencias que experimentan directamente.
Además, es importante destacar que los valores desempeñan un papel destacado en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), especialmente en la adolescencia. A medida que los adolescentes desarrollan una mayor comprensión de sus valores personales, la ACT puede ayudarles a tomar decisiones y a comprometerse con acciones que estén alineadas con esos valores. Esto les permite vivir una vida más auténtica y significativa.
En definitiva, la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) constituye una valiosa contribución en el campo de la psicología infantil y adolescente, permitiendo un abordaje integral y efectivo de las dificultades emocionales y conductuales. Al adaptar sus principios y técnicas a las necesidades de los niños y adolescentes, podemos ayudarles a desarrollar habilidades de afrontamiento, regulación emocional y toma de decisiones basadas en valores, promoviendo así su bienestar y crecimiento personal.
Referencias bibliográficas:
Hayes, S., Strosahl, K., & Wilson, K. (2015). Terapia de Aceptación y Compromiso. Proceso y Práctica del Cambio Consciente (Mindfulness). Desclée de brouwer.
Harris, R. (2021). Hazlo Simple. Ediciones Obelisco S.L.